Todos llegamos al matrimonio con expectativas diferentes y esto de acuerdo a la experiencia personal, las costumbres, la crianza, entre otros aspectos. Cuando hablamos de confianza, se define como la seguridad firme que se tiene en alguien o algo basado en la creencia de que actuara de manera fiable. Es por esto que este tema hablaremos un poco sobre dónde debería estar puesta nuestra confianza como matrimonio y así preguntarnos si mi matrimonio fuera una casa, sobre qué estaría construido?
El ser humano suele depositar su confianza en personas o en cosas, a continuación revisaremos lo que usualmente las parejas utilizan para depositar su confianza.
- Confianza en la persona (esposo o esposa) Jeremías 17: 5 “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová” al poner la confianza en lo humano, nos alejamos del plan de Dios para nuestras vidas.
- Confianza en el mundo. Juan 14:1 “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí” confiar en Dios no dejará que nuestro corazón se llene de angustia
- Confianza en Dios. Cuando nuestra confianza esta puesta en Dios no dependemos de las circunstancias del día, dependemos de la voluntad buena, agradable y perfecta.
En el matrimonio las decisiones a veces no parecen lógicas y Romanos 12:2 nos ayuda con esto, invitándonos a no conformarnos a las costumbres de este siglo, sino más bien renovar nuestro pensamiento y transformar nuestra vida. El matrimonio necesita una mente renovada. Poner nuestra confianza en Dios no elimina los desafíos del matrimonio, los cambia. Tal como lo dice Proverbios 3:5 no debemos depender de nuestro propio entendimiento, pero sí de Dios.
Mateo 19:6 Ya nos somos dos, somos una sola carne, y la confianza es la base del amor verdadero, no se trata de entender todo, si de rendirlo todo. Reconocer a Dios no es solo mencionarlo en tu vida, es permitir que el amor de Dios sane las heridas, restaure corazones, es que nuestro matrimonio sea testimonio del amor de Dios.